Decisión nº KE01-X-2010-000276 de Juzgado Superior Civil Contencioso Administrativo de Lara, de 22 de Diciembre de 2010

Fecha de Resolución22 de Diciembre de 2010
EmisorJuzgado Superior Civil Contencioso Administrativo
PonenteMarilyn Quiñonez Bastidas
ProcedimientoMedida Cautelar

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE

JUZGADO SUPERIOR EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL

Exp. Nº KE01-X-2010-000276

En fecha 22 de septiembre de 2010, se recibió en la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos No Penal de Barquisimeto, escrito contentivo de la demanda interpuesta conjuntamente con medida cautelar de embargo preventivo, por las abogadas G.S.M., M.C.F. y A.K.V., inscritas en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los Nros. 90.489, 116.325 y 108.856, respectivamente, actuando en representación judicial de la PROCURADURÍA GENERAL DEL ESTADO LARA, contra la sociedad mercantil CORONEL HERNÁNDEZ, C.A. (COHERCA), inscrita en el Registro Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy, en fecha 17 de febrero de 1983, bajo el Nº 48, Tomo 33-A.

En fecha 28 de septiembre de 2010, se recibió en este Juzgado el mencionado escrito.

En fecha 6 de octubre de 2010 se admitió la presente demanda y se ordenó practicar las citaciones y notificaciones correspondientes. De igual forma, en virtud de la medida cautelar solicitada, se acordó abrir cuaderno separado.

Siendo la oportunidad para conocer de la medida cautelar solicitada se pasa a decidir en los siguientes términos:

I

DE LA DEMANDA INTERPUESTA

Y DE LA MEDIDA CAUTELAR SOLICITADA

Mediante escrito consignado en fecha 22 de septiembre de 2010, la parte actora alegó como fundamento de su demanda conjuntamente con medida cautelar de embargo preventivo las consideraciones de hecho y de derecho señaladas a continuación:

Que se adjudicó a la sociedad mercantil Coronel Hernández, C.A. (COHERCA), representada por el ciudadano Coronel Hernández, titular de la cédula de identidad Nº 824.736, la ejecución de la obra “Culminación del Gimnasio de la Universidad Experimental Politécnica de Barquisimeto, Parroquia J.d.V., Municipio Iribarren”.

Que el Ejecutivo del Estado Lara celebró en fecha 6 de diciembre de 2007, el Contrato de Obra Nro. DGSI-0162-06, por un mono de Trescientos Treinta y Un Millones Quinientos Catorce Mil Cuarenta y Cinco Bolívares con Veintiocho Céntimos (Bs. 331.514.045,25).

Que la demandada tenía un lapso de cuatro (4) meses para la ejecución de la obra antes mencionada, comprometiéndose el contratista a iniciar los trabajos dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes contados a partir de la fecha 6 de diciembre de 2006.

Que en fecha 28 de febrero de 2007 se acordó una prórroga de terminación de sesenta (60) días calendarios, contados a partir de la fecha 13 de abril de 2007 hasta la fecha 13 de junio de 2007, y luego se acordó nueva prórroga de noventa (90) días hasta el 13 de septiembre de 2007.

Que el 24 de noviembre de 2007 se aprobó una segunda paralización. Que se propuso una Resolución de Mutuo Acuerdo del Contrato de Obra, la cual se celebró el 14 de abril de 2008, de conformidad con el artículo 115 del Decreto 1417 sobre las Condiciones Generales de Contratación.

Que una vez culminadas las innumerables gestiones de cobro ejecutadas por la Gobernación del Estado Lara para recuperar el monto adeudado la parte demandada, la Dirección General Sectorial de Infraestructura de la Gobernación del Estado Lara, procedió a la emisión de la planilla de liquidación, la cual fue notificada en fecha 25 de septiembre de 2008.

Que la firma mercantil demanda ignoró las obligaciones asumidas en la Resolución de Mutuo Acuerdo suscrita el 14 de abril de 2008, sin informar los motivos o causas que pudieron general tal circunstancia, lo cual produjo un grave daño al patrimonio del Estado Lara.

Alegaron lo previsto en los artículos 109, literales a) y e), 111, 107 del Decreto Nº 329 de fecha 6 de octubre de 1995, publicado en la Gaceta Oficial del Estado L.E. Nº 435 de fecha 9 de octubre de 1995 y en los artículos 1133, 1134, 1141, 1159, 1160, 1167 y 1264 del Código Civil.

En cuanto a la medida de embargo preventivo sobre bienes de conformidad con el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil. Que en este caso el fumus boni iuris se perfecciona con el evidente incumplimiento en que incurrió la parte demandada. Que existe el riesgo manifiesto de que pueda quedar ilusoria la ejecución del fallo y no cobrar la cantidad demandada por concepto de reintegro de anticipo, lo cual se evidencia de las gestiones de cobro efectuadas, sin que la empresa atendiera los llamados realizados.

Alegaron lo previsto en el artículo 92 del Decreto con Rango, valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República.

Finalmente estima la demanda en la cantidad de Ochocientos Cincuenta y Ocho con 285692307 Unidades Tributarias (858, 285692307 U.T.), equivalente a la cantidad de Cincuenta y Cinco Mil Setecientos Ochenta y Ocho Bolívares con Cincuenta y Siete Céntimos (Bs. 55.788,57).

II

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Este Tribunal pasa a pronunciarse sobre la medida de embargo preventivo sobre bienes solicitada, y al respecto observa que las medidas preventivas están consagradas por la ley para asegurar la eficacia de los procesos, garantizando la eficacia de la sentencia, evitando el menoscabo del derecho que el fallo reconoce, a cuyo fin se aseguran bienes que quedan interdictados judicialmente, fuera de toda transacción comercial; se pone la cosa litigiosa en mano de tercero imparcial; se asegura la cualidad a la causa del reo; se adelantan los efectos satisfactorios de la sentencia definitiva; se da noticia en el régimen Registral de la pendencia del juicio sobre determinado bien, con el fin de asegurar la efectividad de la sentencia. El elemento fundamental de la tutela judicial efectiva lo constituye la institución de las medidas cautelares, pues la tutela cautelar judicial es un instrumento que sirve para evitar el peligro de que la justicia deje en el camino su eficacia, en búsqueda que la sentencia que a su vez declare el derecho, pueda ser ejecutada eficaz e íntegramente, de manera que al obtenerse por este camino la eficacia de la administración de justicia, los derechos que cuya existencia y protección son declarados por el ordenamiento, puedan hacerse efectivos, y, de esta forma garantizar la seguridad jurídica.

En los procesos contencioso administrativos la medida cautelar por excelencia la constituye la suspensión de efectos, suspensión que también puede ser acordada a través del amparo cautelar, observándose a tales efectos lo previsto en el artículo 104 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativo. No obstante, la jurisprudencia ha permitido el otorgamiento de las medidas preventivas de conformidad con el artículo 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil.

Ahora bien, de conformidad con lo solicitado en el presente caso, se tiene que atender a lo establecido en los artículos 585 y 588 ordinales 1º del Código de Procedimiento Civil, los cuales disponen que:

Artículo 585 Las medidas preventivas establecidas en este Título las decretará el Juez, sólo cuando exista riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del derecho que se reclama.

Artículo 588 En conformidad con el Artículo 585 de este Código, el Tribunal puede decretar, en cualquier estado y grado de la causa, las siguientes medidas:

1° El embargo de bienes muebles;

2° El secuestro de bienes determinados;

3° La prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles.

Podrá también el Juez acordar cualesquiera disposiciones complementarias para asegurar la efectividad y resultado de la medida que hubiere decretado (…)

.

Por imperio del artículo 585 del mencionado Código, son dos los requisitos de procedibilidad para el decreto de medidas preventivas:

i.- La presunción del buen derecho. El fumus boni iuris supone un juicio de valor que haga presumir que la medida cautelar va a asegurar el resultado práctico de la ejecución o la eficacia del fallo.

ii.- El riesgo manifiesto de que se haga ilusoria la ejecución del fallo. El periculum in mora tiene como causa constante y notoria, la tardanza del juicio de cognición, el retardo procesal que aleja la culminación del juicio.

Sin que pueda solicitarse otro requisito o exigencia, salvo que por vía legal así sea exigido. No cabe la exigencia del periculum in damni en los casos de medidas cautelares típicas, ya que el mismo es una exigencia de procedibilidad en los supuestos de medidas cautelares innominadas, destacando que para que se decrete una medida cautelar, no sólo corresponde al demandante concretar el daño o perjuicio temido y las consecuencias que pudieran resultar de la actividad del demandado, sino también precisar los hechos razonables y concretos de los cuales nazca la convicción para el Juez del perjuicio real y procesal que pudiera ocasionársele.

Por otro lado las medidas preventivas, por su finalidad, se inscriben dentro de los actos de discrecionalidad del juez, tal como lo establece el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, y, si bien su decreto o su negativa, debe adecuarse a lo establecido por el artículo 588 del mismo Código, de que pueden decretarse “en cualquier estado y grado de la causa”, bajo los supuestos contenidos en el 585 del Código mencionado, “solo cuando exista riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del derecho que se reclama”.

La Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia Nº 00712 de fecha 14 de mayo del año 2003, caso: Procuraduría General del Estado Guárico, dejó sentado:

En efecto, la accionante en virtud del principio dispositivo tiene la carga procesal de sustentar su pretensión cautelar, desarrollando tanto las circunstancias sobre las cuales se esgrime la eventual imposibilidad de ejecutar el fallo, así como los elementos de los cuales el sentenciador pueda deducir que la pretensión puede resultar favorecida en la definitiva, lo cual se verifica a través del aporte de los elementos de prueba que conforme al principio de mediación, el demandante se encuentra compelido a evidenciar en el expediente, a los fines de apoyar su petición.

Al respecto, de las actas procesales se evidencia que la actora sólo se limitó a solicitar el embargo preventivo, sin exponer los argumentos que sustentan su pretensión y tal circunstancia, de conformidad con lo antes expuesto, constituye un incumplimiento de los extremos legales necesarios para su procedencia, por lo cual resulta forzoso para esta Sala desestimar el embargo cautelar solicitado y así se decide

.

Respecto a la medida de embargo de bienes muebles, ha dicho el autor A.S.N. en su libro “Manual de Procedimientos Especiales Contenciosos”. 2da Edición. Editorial Paredes. Año 2008. Página 33:

Establece el artículo 534 del CPC que “El embargo se practicará sobre bienes del ejecutado que indique el ejecutante”.

No es tan clara la disposición como sí lo es el artículo 587 del mismo CPC en cuanto al señalamiento de los bienes que pueden ser objeto de embargo, ya que en esta norma correspondiente al embargo preventivo de bienes, se exige la condición de que los mismos sean propiedad de aquel contra quien sea decretada la medida. Ahora bien, al señalar el artículo 534 que el embargo se practicará “sobre los bienes del ejecutado”, debe entenderse que los mismos le correspondan en propiedad, a menos que el ejecutado tenga otro derecho sobre los mismos, pero en tal caso, ya no será el bien el objeto de la medida, sino el derecho que sobre el mismo, tenga el ejecutado; tal interpretación se corresponde con el artículo 527 del CPC que determina como bienes de embargo en virtud del mandamiento de ejecución, bienes que sean propiedad del deudor.

El embargo constituye la actividad ejecutiva por la cual se individualiza bienes o derechos del ejecutado y se los sujeta a la ejecución. Su objetivo inmediato es proporcionar una cantidad de dinero o elementos patrimoniales susceptibles de convertirse en dinero a través de un ulterior proceso de realización (…)

.

De lo anterior se colige la obligación de este Tribunal de constatar los requisitos para la procedencia de la medida solicitada.

No obstante, de conformidad con el artículo 92 del Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, analizado en la Sentencia Nº 6453, de fecha 1º de diciembre de 2005, emanada de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, análisis reiterado en la Sentencia Nº 01491 de fecha 21 de octubre de 2009, no se requiere en el presente caso la comprobación concurrente de los requisitos fumus boni iuris y periculum in mora, sino que el otorgamiento de la medida procederá con la constatación en autos de cualquiera de ellos.

En virtud de ello, este Juzgado debe verificar la existencia en el caso de autos, por lo menos de uno de los referidos requisitos y al respecto se observa que entre los recaudos consignados junto con el libelo de la demanda se encuentran los siguientes:

  1. - Contrato Nº DGSI-0162-06, con fecha de aprobación el 6 de diciembre de 2006, celebrado entre la Gobernación del Estado Lara, representada por el ciudadano C.A.L. y la firma mercantil Coronel Hernández C.A.

  2. - Balances Financieros.

  3. - Informe levantado por el Ingeniero Inspector sugiriendo la Resolución del Contrato.

  4. - Disolución del Contrato de Mutuo Acuerdo suscrito por el entonces Gobernación del Estado Lara, ciudadano L.R.R. y la firma mercantil Coronel Hernández C.A.

  5. - Planilla de Multa.

De los anteriores documentos se desprende, en principio, la presunción de la existencia de la obligación cuyo cumplimiento se demanda en este juicio, lo que se traduce en que eventualmente las pretensiones de la accionante tengan el suficiente sustento fáctico y jurídico para ser satisfechas en la decisión definitiva que recaiga en el presente proceso, salvo que en su curso la parte accionada los desvirtúe.

Ahora bien, por cuanto de los documentos consignados en autos por la parte actora se desprende la posible existencia de las pretensiones por ella reclamadas, este Juzgado estima cumplido el requisito de fumus boni iuris y visto que, tal como fue señalado precedentemente, de conformidad con lo establecido en el artículo 92 del Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, en el caso concreto basta la verificación de uno de los dos requisitos para la procedencia de la referida medida cautelar, este Juzgado considera procedente dictar la medida preventiva de embargo sobre bienes propiedad de la Asociación Cooperativa Coronel Hernández C.A. Así se decide.

En tal sentido, se observa que la cantidad demandada asciende al monto de Cincuenta y Cinco Mil Setecientos Ochenta y Ocho Bolívares con Cincuenta y Siete Céntimos (Bs. 55.788,57), en consecuencia, el embargo debe ser decretado por el doble de esa cantidad, más los costos y costas estimadas en un treinta por ciento (30%) del valor de la demanda de conformidad con lo previsto en los artículos 274, 286 y 527 del Código de Procedimiento Civil, lo cual arroja un total de Ciento Veintiocho Mil Trescientos Trece Bolívares con Setenta y un Céntimos (Bs.128.313,71).

Con vista en lo expuesto, se acuerda medida preventiva de embargo sobre bienes muebles propiedad de la Asociación Cooperativa Coronel Hernández C.A. hasta cubrir la cantidad de Ciento Veintiocho Mil Trescientos Trece Bolívares con Setenta y un Céntimos (Bs.128.313,71). Así se declara.

Se acuerda comisionar al Juez Ejecutor de Medidas de los Municipios Iribarren, Crespo y Urdaneta de la Circunscripción Judicial del Estado Lara a los fines de que practique el embargo preventivo ordenado en la presente decisión.

III

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas este Juzgado Superior Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental, con sede en Barquisimeto, Administrando Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara:

- PROCEDENTE la solicitud de EMBARGO PREVENTIVO formulada por las abogadas G.S.M., M.C.F. y A.K.V., inscritas en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los Nros. 90.489, 116.325 y 108.856, respectivamente, actuando en representación judicial de la PROCURADURÍA GENERAL DEL ESTADO LARA, contra la firma mercantil CORONEL HERNÁNDEZ C.A., previamente identificada. En consecuencia, se decreta el EMBARGO PREVENTIVO sobre bienes muebles de la mencionada empresa hasta cubrir la cantidad Ciento Veintiocho Mil Trescientos Trece Bolívares con Setenta y un Céntimos (Bs.128.313,71).

Se acuerda comisionar al Juez Ejecutor de Medidas de los Municipios Iribarren, Crespo y Urdaneta de la Circunscripción Judicial del Estado Lara a los fines de que practique el embargo preventivo ordenado en la presente decisión.

Notifíquese al Procurador General del Estado Lara de conformidad con lo establecido en el artículo 86 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República por reenvío expreso del artículo 33 de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público y a la parte recurrente de conformidad con el artículo 251 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese y déjese copia conforme lo establece el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.

Dictada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental, en Barquisimeto, a los veintidós (22) días del mes de diciembre del año dos mil diez (2010). Años: 200º de la Independencia y 151º de la Federación.

La Jueza,

M.Q.B.

La Secretaria Temporal,

P.B.M.

Publicada en su fecha a las 11:50 a.m.

La Secretaria Temporal

L.S. La Jueza (fdo) M.Q.B.. La Secretaria Temporal (fdo) P.A.B.M.. Publicada en su fecha a las 11:50 a.m. La Secretaria Temporal (fdo). La suscrita Secretaria Temporal del Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental, certifica que la presente copia es un traslado fiel y exacto de su original y se expide por mandato judicial, en Barquisimeto a los veintidós (22) días del mes de noviembre del año dos mil diez (2010) Años 200° y 151°.

La Secretaria Temporal,

P.B.M.

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